Ronald Abad pasó de manejar una carretilla a una cadena de cebicherías. Con el nuevo modelo apuntan a llegar a países como Colombia y Chile.

Si se habla de barras cevicheras no hay duda de que el nombre de Ronald Abad aparecerá en la conversación.

La historia del maestro cevichero inició en una carretilla en La Victoria. Luego –impulsado por un concurso de Telefónica junto a Gastón Acurio- abrió su primer local de solo 25 metros cuadrados.

Hoy la suerte pasó a un segundo plano; Abad ya suma siete locales (en Miraflores, San Isidro, Lince) y alista nuevos planes de crecimiento.

“Para el 2021 proyectamos lanzarnos al negocio de franquicias y bajo este modelo llegar a distritos periféricos de Lima, el interior del país y el extranjero”, sostuvo Abad.

Considera que así como existen sushi bars en todo el mundo, el modelo de las barras cevicheras puede llegar muy lejos.

Ronald precisa que la meta para este año es cerrar con 10 locales de Las Barras de Ronald; y entre los distritos donde observan más potencial resaltan La Molina, Magdalena y San Miguel. El próximo en abrir estará en San Borja.

La empresa también está incorporando dentro de sus principales locales un espacio dedicado exclusivamente al despacho de pedidos para las apps de delivery. “La ventas delivery hoy ya representan el 25% de nuestra facturación”, refiere.