El concepto “servicios” cada vez es más amplio y muchos de ellos dependen usualmente de la ubicación, la propia marca o la diferenciación del modelo de negocio; sin embargo, otro grupo de negocios de servicios dependen particularmente de la persona que los gestiona directamente. Estos son: agencias inmobiliarias, servicios financieros, servicios a empresas, administración de fincas, consultoría, asesoría, formación, servicios asistenciales, transporte, etc.

Como cualquier modelo de negocio en franquicias, las condiciones principales y en común para franquiciar son: tener un negocio de éxito, una experiencia probada, desarrollar el adecuado proyecto de franquicia y otros muchos requisitos más.

Sin embargo, los factores clave de una franquicia de servicios se dividen entre los que afectan directamente al propio franquiciado y aquellos que son determinados por la propia empresa franquiciadora.

Entre ellos tenemos:

• Determinación del perfil del franquiciado: El franquiciado es siempre el motor de toda empresa franquiciadora, pero en las franquicias de servicios lo es más. Por esto, es fundamental establecer un perfil de franquiciado adecuado teniendo en cuenta términos de conocimiento, experiencia previa, formación, capacidad de interrelación, espíritu comercial y selección final.
• Adecuada selección de franquiciados: El valor de una marca de servicios no viene determinado por el número de unidades que dispone, si no por el volumen de negocio generado por las mismas. Para ello, es necesario seleccionar tan solo aquellos candidatos que nos garantizan un adecuado desempeño siendo rigurosos en su selección. Calidad no cantidad.
• Fondo de maniobra: La mayor parte de los negocios que se desarrollan como franquicias de servicios no acostumbran a tener una rentabilidad inmediata para el futuro franquiciado. Es un requisito obligado exigir un determinado fondo de maniobra obligatorio y demostrable en el momento de incorporación, así como informarle de las plazas de tiempo previsibles para lograrlo.
• Modelo de negocio: Estos deben aportar un claro valor diferencial con respecto a una posible competencia y un claro valor para el futuro franquiciado. Todo ello, se desarrolla y se fundamenta principalmente en el desarrollo de proyecto de franquicia.
• Zonas adecuadas: Uno de los aspectos más importantes y muchas veces de los más descuidados en las franquicias de servicios. El establecimiento de unas zonas adecuadas para poder permitir el desarrollo de cada franquiciado es fundamental.
• Herramientas y soportes: Las herramientas tecnológicas son un valor diferencial de tu marca y permiten a un solo franquiciado beneficiarse de múltiples servicios sin apenas estructura, incrementar la productividad, transferir conocimiento y compartir experiencias.
• Transmisión know how: Debe existir un conocimiento útil y real del negocio por parte de la central de franquicias, no solo debe transmitir conocimiento de los servicios que se ofrecen, sino de la propia operativa de la marca, de la forma y procedimientos de comercialización, de captación y retención de clientes y de los esfuerzos de marketing para conseguirlos.
• Formación: Fundamental y basada en todos los puntos expuestos en la transmisión del know how.
• Soporte comercial e inversión en marketing: Debe establecerse claramente hasta donde llega la central de franquicia y cuál es el esfuerzo que debe desarrollar el franquiciado en su ámbito de exclusividad. Para muchas redes de franquicia el esfuerzo en marketing local es necesario y exige disponer los recursos necesarios para ello por parte del franquiciado.