La oferta hotelera low cost ya llegó al Perú. La propuesta que trae la colombiana Ayenda, dirigida al viajero de negocios, iniciará operaciones en Lima con la expectativa de incorporar a 150 hoteles independientes durante el primer año. Su sistema de franquicias permite a los hospedajes unirse a la marca y ofrecer un servicio estandarizado con comodidades básicas y a un precio accesible.

“Vemos en el mercado peruano una gran oportunidad para la internacionalización de la marca Ayenda. El turismo corporativo en el Perú viene creciendo impulsado por ciudades como Arequipa, Chiclayo, Trujillo y Piura, las cuales se han vuelto destinos relevantes después de Lima”, explica Andrés Sarrazola, CEO y cofundador de Ayenda Hoteles.

Cabe destacar que Ayenda permite a los hoteles incrementar el número de reservaciones en un 30% durante los primeros tres meses. Por otro lado, los clientes, por un precio que va desde S/ 60 podrán recibir servicios básicos como agua caliente, conexión wifi, buena ubicación y soporte en línea.

“Se trata de un ‘win-win’: Ayenda aumenta en gran número su oferta de hoteles y, a cambio, propone a los hoteles independientes invertir en sectores olvidados por ellos. De esta forma, garantizamos beneficios para los hoteleros en rentabilidad, capacitación y exposición en el mercado, trabajando de manera conjunta en acciones puntuales para potenciar el negocio”, añade.

Además, la empresa cuenta con una plataforma y app móvil con opciones amigables para reservar, incluso por canales como Whatsapp. Asimismo, ofrecerá descuentos especiales para viajes en grupo y atención personalizada con facilidades de facturación.

“El sector hotelero peruano debe adaptarse a los desafíos de la era digital, sin embargo, la mayoría de los hoteles independientes se encuentra ‘fuera del radar’ de sus clientes potenciales debido a la falta de recursos para acciones de marketing o por desconocimiento de las plataformas tecnológicas que podrían aumentar sus ventas, y es allí donde entra Ayenda para ayudarlos a potenciar el negocio”, concluye Sarrazola.